El sistema somatosensorial, responsable de la percepción del cuerpo y el procesamiento del dolor, ha cobrado relevancia en el tratamiento del dolor crónico. Es una red neuronal que nos permite sentir el tacto, el dolor, la presión, la vibración y la temperatura. Esta información viaja desde los receptores en la piel, músculos, fascias y articulaciones hasta el cerebro, donde se procesa y se convierte en una experiencia consciente.

En el caso del dolor neuropático, el sistema somatosensorial funciona de forma anormal, lo que genera dolor sin causa aparente. Para aliviar este dolor, es necesario reeducar el sistema nervioso somatosensorial mediante un proceso de aprendizaje individualizado.

Este proceso no se trata de una solución automática, sino de un esfuerzo conjunto entre el paciente y el fisioterapeuta para mejorar la sintomatología del dolor neuropático.

El cuerpo como un mapa en el cerebro

Imagina que tu cuerpo tiene un mapa en tu cerebro. Este mapa, llamado corteza somatosensorial, se encarga de que sientas todo lo que ocurre en tu piel, músculos y articulaciones: el tacto, la presión, la temperatura y, sí, también el dolor. Dicho de otra forma, imagina que tu cuerpo es como una orquesta y el sistema somatosensorial es el director que se encarga de que todos los instrumentos (los sentidos) suenen en armonía.

¿Qué pasa cuando el sistema somatosensorial no funciona bien?

A veces, este sistema puede enviar señales erróneas al cerebro, lo que puede causar dolor crónico. Es como si la orquesta estuviera desafinada y sonara desagradable.

El cerebro es como un músico que puede aprender a tocar mejor. La clave está en la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse.

La estimulación sensorial, como la discriminación de dos puntos (tocar dos puntos de la piel al mismo tiempo), puede ayudar a reentrenar el sistema somatosensorial y aliviar el dolor. Sin embargo, el dolor crónico es complejo y no solo se trata de un problema del sistema somatosensorial. También hay que considerar factores como el estrés, la ansiedad y la depresión. Es como si la orquesta tuviera que tocar en un ambiente ruidoso y caótico.

Por eso, el tratamiento del dolor crónico debe ser multidimensional. Por eso, el tratamiento debe ser integral, combinando fisioterapia, psicología y educación sobre el dolor pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la calidad de vida.

Aquí tienes algunos consejos para el tratamiento en fisioterapia:

• Motivación y práctica constante: Cuanto más te esfuerces, mejores resultados obtendrás.
• Ejercicios relevantes y funcionales: Deben ser ejercicios que puedas realizar en tu vida diaria.
• Considerar la «ventana de atención» y la «pedagogía del dolor»: Es importante que te concentres en los ejercicios y que comprendas el proceso de recuperación.

Parches Coralite para el alivio del dolor somatosensorial

Los parches Coralite con mentol, lidocaína o capsaicina pueden ser una herramienta útil para aliviar el dolor somatosensorial de forma tópica y complementaria.

¿Cómo funcionan los ingredientes activos en los parches Coralite?

El mecanismo de acción es el siguiente

• Parche con mentol: Produce una sensación de frío que reduce la velocidad de conducción de las señales de dolor.
• Parche con lidocaína: Bloquea los canales de sodio en las neuronas, impidiendo la transmisión del dolor.
• Parche con capsaicina: Agoniza los receptores TRPV1, lo que provoca una desensibilización temporal a la capsaicina y a otros estímulos dolorosos.

Tipos de parches

• Parches de mentol: Se utilizan para el dolor leve a moderado, como el dolor muscular, articular o de cabeza.
• Parches de lidocaína: Se utilizan para el dolor moderado a intenso, como el dolor neuropático, el dolor postoperatorio o el herpes zoster.
• Parches de capsaicina: Se utilizan para el dolor neuropático crónico, como la neuralgia postherpética.

¿Cuáles con los beneficios de los parches Coralite en el alivio del dolor somatosensorial?

• Acción local: Alivian el dolor en la zona de aplicación.
• Fácil uso: Se aplican directamente sobre la piel.
• Pocos efectos secundarios: En general, son bien tolerados.
• Efecto complementario: Se pueden usar junto con otros tratamientos.

Recomendaciones de uso

• Seguir las instrucciones de uso del fabricante.
• Aplicar el parche en la zona dolorida.
• Lavar las manos después de la aplicación.
• No usar el parche si la piel está irritada.
• Consultar con el médico si el dolor no mejora.

Importante:

Los parches con mentol, lidocaína o capsaicina no son una solución única para el dolor somatosensorial. Se deben utilizar como parte de un enfoque integral, por lo que recomendamos visitar a su especialista médico.

Esperamos que esta información te haya sido útil.

Referencias:

• Gifford, L. (2015). Aches and Pains.
• lafisioterapia.net 
• handtherapybcn